Para comenzar, los deberes de casa, principalmente autorretrato:
Hicimos una muestra de cómo preparar un papel, antes de dibujar sobre él. Para ello, utilizamos uno o varios líquidos con color y aplicamos con un pedazo de esponja (sintética y a ser posible bastante porosa). En clase utilizamos un acrílico ocre con restos de varios colores muy disuelto, otro sólo de azul eléctrico y jugo de hervir una remolacha. La manera de hacerlo es:
- sumergir parte de la esponja apretando un poco entre los dedos para que absorva bien
- sacar del tarro y volver a apretar para descargar un poco de líquido
- extender de manera aleatoria, bien en zig-zag, bien en círculos, por todo el papel, lo más rápido posible
No hace falta llegar a todos los bordes del papel, ni llenar este de color: podemos dejar pequeños espacios en blanco entre un restregón y otro. Si queremos evitar que se superponga el color y forme líneas o manchas de mayor intensidad, debemos asegurarnos de comenzar por la parte superior y arrastrar la esponja (en zig-zag) hacia la parte inferior, mientras tenemos suficiente cantidad de tinte, como si fuera una balleta. Antes de que se seque el borde que vamos arrastrando, podemos reponer tinte.
Los alumnos se pusieron los dedos perdidos, pero mereció la pena :) El próximo día espero ver sus propios papeles como base para sus dibujos. Hoy, utilizamos algunos que había preparado yo durante la mañana, ya que tienen que estar completamente secos para poder dibujar sobre ellos.
Recordad que podemos utilizar cualquier líquido que tenga suficiente cantidad de agua: café, remolacha, el jugo de la cocción de la lombarda, té, anilinas, acuarelas, acrílico, tinta soluble...
Después nos toca elaborar un bodegón con las siguientes condiciones:
- dibujamos primero con mancha sólo las sombras, con el carboncillo tumbado y reservando en blanco las iluminaciones
- sumamos un gris intermedio a todo el fondo, rodeando la forma de los objetos del bodegón, y suavizamos con una esponja (sintética, de poro pequeño)
- afianzamos las sombras utilizando la misma esponja de antes, mientras quitamos materia con el trapo de algodón. Si es necesario, volvemos a aplicar carbón encima
- con la goma blanca, matizamos las formas que están iluminadas: tapas, bases superiores, la propia bombilla...
¿Os habéis fijado lo profesionales que quedan los dibujos sobre una mancha previa? El color que apliquemos de fondo también nos sirve para establecer las primeras relaciones de proporcionalidad, así como de ayuda para enfrentarnos a un papel que aparentemente está vacío.
Por último, nos sentamos por parejas para hacer el retrato de quien teníamos enfrente.
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| Cristina dibujó a Daniel |
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| Daniel dibujó a Cristina |
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| Elisa dibujó a Mª Jesús |
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| Y Mª Jesús dibujó a Elisa |
Vemos que en todos los casos, los retratados aparecen con los ojos cerrados. Ésto es porque están mirando hacia abajo, pero en realidad no los cierran. Al mirar hacia abajo para poder dibujar, giramos un poco la cabeza, de manera que ocultamos la barbilla y mostramos más el cráneo. Por eso se ve tanta cantidad de pelo. Mientras hacían este ejercicio, se dieron cuenta de que tenemos que elegir la posición de nuestro modelo que mantenga durante más tiempo, es decir, mirando hacia abajo.
Los deberes: autorretratos, pies y manos y un bloque grande de plastilina de un color claro para el próximo día.
También vaciaremos un huevo mediante soplado (haciendo dos agujeros en la cáscara con una aguja), dibujaremos en él una cara y nos cenaremos una rica tortilla hecha con el huevo :)
